26/04/2024
Ya desde que éramos estudiantes y ahora como docentes sentimos que a las distintas facultades y casas de estudios de derecho les faltaba algo; que al analizar los programas de las materias se ven muy lindos y enfocados a la práctica pero que en las clases reales esto no es así. Es decir, se estudian las leyes sí, pero… ¿realmente se aprende a ejercer el derecho? Con esta inquietud buscamos que es realmente aprender nos acercamos a reconocidos autores para que nos ayuden a comprender; así entonces Emilio García García dice: "El aprendizaje es un proceso subyacente a cambios relativamente estables en la conducta como resultado de la conducta del organismo en interacción con el medio". (1) Otros autores como Ida Lucía Morchio, no son tan sucintos y se extienden más en las definiciones, pero podríamos intentar extraer una suerte de síntesis diciendo que: "El aprendizaje es un proceso activo y personal ya que pone en juego aspectos cognitivos, emocionales, sociales en un determinado contexto de vida; por el cual quien aprende construye y reconstruye esquemas retomando experiencias previas, enmarcando las presentes y proyectando hacia el futuro retroalimentándose". Un proceso complejo en el que se interrelacionan un sin número de factores intrapersonales e interpersonales de su contexto de vida. Puede ser consciente puesto que el aprendiz puede ver cómo y cuánto aprende y redefinir su proceso, autorregulándose. Claramente supone un esfuerzo que puede ser vivido con más o menos entusiasmo. Todo este proceso es interno es decir se produce dentro de la persona y sólo puede ser ejecutado por quien aprende atribuyendo un significado a la experiencia concreta y su relación con las ideas nuevas (2). Claramente lo fundamental para el aprendizaje, es el ejercicio de una experiencia, de una práctica, de una interacción con el medio. Nada más alejado de la realidad actual de las distintas universidades y cursos donde si bien se estudian algunos casos prácticos esta “practica” no va más allá de una lectura de un fallo y su comentario. Lamentablemente aún no se ha cambiado el paradigma y en una importantísima mayoría las clases son disertaciones magistrales donde el “poseedor del conocimiento viene a entregarlo a los alumnos” explicándoles oralmente con la ayuda de alguna proyección en el mejor de los casos. También hemos conocido algunos intentos de Clínicas Jurídicas, pero por la demora que suelen tener los procesos judiciales (mas de 1 año) no es posible que el alumno pueda realizar todo el recorrido. Por eso decidimos crear ICPD, Instituto de Capacitación Practica del Derecho y proponemos un método absolutamente innovador y revolucionario donde el alumno vivencia desde un rol protagónico y en primera persona la experiencia del ejercicio del derecho. Nuestro Instituto pretende el desarrollo de competencias que se centran en la acción en el alumno, en su condición de persona. Concebimos al Alumno como una “persona que aprende” de manera significativa, personal y propia; que construye sus propios métodos de descubrimiento de los saberes de la clase a través de los recursos que posee y que pudiere acercarle el docente. Por ello, es que hemos decidido crear una realidad paralela donde el estudiante se sumerge y dentro de ella el Participante es un Profesional del Derecho que entrevista a personas reales, que traen problemas reales a quienes debe asesorar y tramitar un Proceso Judicial real, en donde rigen todas las normativas jurídicas tanto de fondo como procesales, a excepción de los plazos que son más acotados. Contará con la ayuda de los docentes, pero será el participante quien lleve adelante el caso en su totalidad y bajo su responsabilidad. Así entonces, atenderá clientes, elaborará escritos, los presentará, le responderán mediante decreto, litigará contra otro Profesional, asistirá a audiencias, presentará y producirá prueba, alegará y eventualmente podrá ganar o perder el proceso según resuelva el Juez. Durante el curso y una vez finalizado en solo 4 meses el participante habrá conseguido una experiencia valiosísima. Habrá desarrollado competencias fundamentales y se encontrará mucho más preparado para el ejercicio de su profesión. Bibliografía 1. García García, E. (1985). Conducta aprendizaje y educación. 2. Morchio, I. L. (2015). Aprender a Aprender. 41 y sgtes.